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En este post desarrollaremos por qué es importante cuidar e hidratar las manos como una parte fundamental para una buena manicura. Las manos son la base de nuestras actividades cotidianas. Con ellas trabajamos, comemos, sujetamos cosas y nos aseamos.
Además, las manos son una parte fundamental de tu comunicación no verbal. Cuando saludamos agitamos las manos y, cuando hablamos, su movimiento muestra parte de nuestra personalidad. Por los gestos de una persona se puede suponer si es introvertida, extrovertida, segura o insegura. Por otra parte, las manos pueden aportar información sobre la edad e incluso la profesión.
En definitiva, son una carta de presentación. Por tanto, ya que es una parte tan visible de nuestro cuerpo, es fundamental aprender a cuidarla.
La hidratación aporta brillo y salud a nuestras manos. No se trata solo de una cuestión de belleza, sino también de salud. Si no cuidamos nuestras manos adecuadamente o mantenemos hábitos perjudiciales, la piel se reseca. La piel cuarteada, aparte de ser antiestética, puede generar heridas y provocar infecciones. Para evitarlo, es necesaria una buena dosis de crema o tratamiento hidratante hasta que recuperemos la suavidad habitual. Si, además, aplicamos un exfoliante semanalmente, notaremos los resultados. Hay que ser constante y mantener las manos hidratadas. ¡Es importante llevar siempre una crema de manos en el bolso!
La elección de la crema o el tratamiento dependerá del estado de las manos. Una persona que las cuide habitualmente no necesitará cremas muy densas. Eso puede incluso llegar a incomodar en nuestra vida diaria. Por ello, lo primero es una evaluación de la piel de nuestros clientes. A continuación, te mostramos diferentes niveles de deshidratación de las manos de menor a mayor gravedad:
Aparte de la hidratación, hay algunos hábitos que pueden mejorar la salud de nuestras manos. Siguiéndolos y aplicándolos día a día lograremos grandes cambios. Aquí te ofrecemos algunos consejos para transmitir a tus clientes.
Con el deterioro de las manos, las uñas también sufren, pierden brillo, se debilitan y acaban rompiéndose. La cutícula refleja la falta de hidratación con un aspecto reseco y áspero. Para evitarlo, una manicura, al menos, una vez al mes resulta fundamental. Así las tendrás siempre a punto.
La manicura forma parte del cuidado de las manos. Con un trabajo profesional nos deshacemos de las células muertas y mantenemos las uñas siempre estéticas. Un especialista exfolia la piel, masajea las manos para que mejore la circulación y ayuda a la relajación del cliente. La manicura embellece y realza las manos y, además, ayuda a disimular anomalías o a corregir imperfecciones.
En definitiva, es fundamental animar a nuestros clientes a cuidar e hidratar las manos. Si estás empezando en este sector, buscas inspiración o simplemente quieres más información, te recomendamos visitar nuestra web.
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