Esmaltado permanente, ¿es peligroso?

Esmaltado permanente, ¿es peligroso?

Una de las técnicas más demandadas en los salones es una de las que más incertidumbre genera respecto a un uso excesivo de ella.  

Muchas de nuestras clientas nos acaban preguntando si hacer demasiadas manicuras permanentes puede llegar a dañar la salud de las uñas. 

Nuestra respuesta es: DEPENDE.  

La calidad del producto, la retirada del mismo, el tratamiento pre y post de las uñas y la experiencia de la técnica serán claves para la salud de las uñas. 


¿Por qué este tipo de manicura se ha convertido en un TOP VENTA de los salones? 


La ventaja es clara: la larga duración.  Para aquellos que no disponen de mucho tiempo para un correcto cuidado de las uñas pero quieren que se vean bonitas, optan por este servicio que no requiere un mantenimiento constante. 


¿En qué consiste el esmaltado permanente?


Esta técnica se compone por el uso de una mezcla de esmalte con gel acrílico que requiere de una exposición a rayos ultravioletas para su secado, a diferencia de la manicura habitual. Al exponerse a este tipo de radiación la fórmula del esmalte se adhiere a la uña, mostrando un esmaltado perfecto con el beneficio de una mayor durabilidad. 

Si una manicura normal dura entre 3-7 días, esta tipología puede permanecer hasta 21 días. 


¿Qué pasa cuando quitamos el esmalte? 


La forma de eliminar el color en este tipo de manicuras es algo diferente que usar una acetona o quitaesmalte tradicional. Para una retirada en buenas condiciones es importante seguir estos pasos:

  • Empapar las uñas en algodón con acetona pura
  • Envolver las uñas con papel de aluminio.
  • Esperar 15 min y retirar el esmalte lentamente y con mucho cuidado de no dañar la uña.

Es importante utilizar un buen preparador  antes de esta manicura, porque esto ayudará a que la salud de la uña no se vea afectada.




Algunas recomendaciones importantes


    • Aplicar protector solar en las manos para protegerlas de la exposición ultravioleta de la lámpara de curado.
    • Si se opta por la retirada de las cutículas para conseguir un mejor efecto en la manicura, evitar este esmaltado si se han causado heridas. La exposición en la lámpara puede ayudar a incrementar una potencial infección. Por ejemplo, si acabas de hacer una manicura rusa, recomienda a tus clientas un esmaltado tradicional y así evitarás un posible daño.
    • Después de retirar el esmaltado, es recomendable dejar un mínimo de 72h antes de volver a realizar este tratamiento.  Recomienda a tus clientas una hidratación constante de las manos con aceites naturales y nutritivos, que aporten vitaminas a la piel y que penetren en el poro hasta llegar a la uña. 
    • No es un buen negocio aconsejar mal. Si tus clientas tienen una uñas débiles y quebradizas, no les aconsejes este tipo de esmaltado. Indícales los riesgos e intenta trabajar en sus manos para conseguir regenerar un mal estado de sus uñas. 

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