Las uñas bien arregladas comunican belleza, feminidad y sofisticación. Como manicuristas sabemos que, a veces, los trabajos de manicura convencional pueden llegar a desprenderse o desconcharse pocas horas después de sellar el esmaltado. En este artículo nos centraremos en qué se debe hacer para que la manicura dure más y el esmalte no se deteriore tan rápidamente.
Consejos para una manicura más duradera
- Limpia las uñas con un algodón con quitaesmalte. Es muy importante que no lleve acetona. Eliminarás restos de otros colores o cremas y dejarás la superficie limpia. De esta forma, las capas de la manicura se adherirán con más facilidad.
- Lima bien todos los extremos de las uñas. A menudo, las escamas o imperfecciones pueden hacer que el esmaltado se levante antes.
- Aplica siempre una buena base antes del esmalte para formar una película protectora. Además, si es posible, asegúrate de que contenga antioxidantes, nutrientes y vitaminas.
- Aplica dos capas muy finas y espera, al menos, 10 minutos entre capa y capa para asegurar un buen secado. Las capas gruesas pueden generar burbujas y tardan más en secarse. Además, se despegan con mucha más facilidad.
- Utiliza siempre un top coat. Aporta brillo y también protege y alarga la vida del color. Algunos expertos recomiendan una segunda capa de top coat después de un par de días para reavivar el color y alargar la duración del esmalte.
- Gotas de secado para un esmalte duradero. Al acelerar el secado, la superficie permanece intacta y conseguimos un acabado perfecto. Además, hidratan la cutícula y protege la flexibilidad de las uñas. Un básico para las personas que van con prisas.
- Cuidado con los bordes de las uñas. Para una manicura duradera es fundamental que los bordes y las esquinas estén bien rematados. Si el color llega a la piel es más probable que salte el pinta uñas.
- Evita los esmaltes caducados. Los productos en mal estado pierden sus propiedades y se vuelven más espesos. Esto dificulta hacer las capas lo más finas posibles y, por tanto, se caen antes.
Otra opción para las clientas que buscan una manicura duradera es ofrecer directamente una manicura permanente o semipermanente. La manicura permanente alarga, da forma y endurece las uñas. El color permanecerá intacto durante unas tres semanas. Es perfecta para clientas que deseen dar un seguimiento al cuidado de sus manos. Por otro lado, el esmaltado semipermanente hace que el color dure más tiempo (al menos hasta dos semanas) y refuerzan la uña para que no se quiebre. El único inconveniente es que al utilizar una lámpara UV o LED el proceso se alarga más que una manicura convencional. Aún así, son de los esmaltados más demandados en los salones de belleza.
Cuida tus manos, ¿qué debes evitar?
Para que la manicura dure más, el mantenimiento y el cuidado general de las manos es un factor fundamental. No solo hay que cuidar las manos al salir de la cita con la manicurista. La constancia en el día a día será fundamental. A continuación, os ofrecemos algunos buenos y malos hábitos para las manos y las uñas:
- Consumir proteínas. Los nutrientes influyen de forma definitiva en el cuidado de nuestro cuerpo. Las uñas, como el cabello, dependen de las proteínas para crecer, ya sean de procedencia animal o vegetal.
- Lavar, enjuagar y secar bien las manos. Recomendamos también una exfoliación frecuente. Ayudará a eliminar las células muertas de nuestra piel.
- Hidratar siempre las manos. Es bueno aprovechar para masajearlas y mejorar la circulación.
- Descansar del esmaltado. Es importante dejar las uñas al aire al menos durante dos días para que respiren. Con el aire la uña se hace más porosa, por tanto, se hidratarán mejor y luego el color aguantará durante más tiempo.
- Aplicar crema, aceite o vitamina E para hidratar las cutículas. Unas cutículas sanas y bonitas permiten un esmaltado más preciso.
- Evitar que las uñas se ablanden. Con las uñas blandas el pinta uñas se deteriora más rápido. Por ello, para lavar los platos o hacer tareas manuales que puedan ablandar las uñas, se recomienda usar guantes.
- Evita golpear tus uñas de forma constante con el teclado del ordenador, de lo contrario dañarás la punta.
- No jugar con las uñas ni llevárselas a la boca. La onicofagia supone uno de los hábitos más perjudiciales para las uñas. Además, resulta muy antiestético.
- Los aceites y cremas untuosas pueden penetrar entre el pintauñas y la base de la uña y hacer que se levante.
- Por supuesto, acudir con regularidad a profesionales manicuristas. Un mantenimiento y cuidado progresivo de las manos y las uñas ayudará a mantenerlas siempre perfectas.
Siguiendo estos trucos y recomendaciones básicas conseguiremos que la manicura dure más tiempo.